Dicen
que el corazón de los revolucionarios late más fuerte en octubre, y es justo en
estas fechas cuando en un viaje al centro cívico en mi bicicleta, empiezo a
recordar aquella época de oro.
La
gloriosa entrada del triunvirato el 21 de octubre del 44 por las puertas de La
Guardia de Honor, la fotografía del tanque apuntando hacia el Palacio Nacional,
las fotografías juegan relatos en sepia en mi mente y de repente empiezo a
recordar en blanco y negro, como si hubiera estado ahí.
Y
para salirme de esquemas políticos, sociales, ideológicos y económicos quiero
regresar al “pre”; qué paso antes de la historia de la revolución, cuál fue el
detonante de dicha lucha.
Muchos
pudiéramos decir que la Muerte de María Chinchilla el 22 de junio de 1944,
otros tal vez hablarían de la Ley de Vialidad o tal vez, se lo atribuiríamos a
las constantes reprensiones del gobierno Ubiquista y así como estas podremos
nombrar muchos acontecimientos que la historia describiría como “detonantes de
la revolución”.
Pero
hoy quiero traer a la memoria algo mucho más profundo: las ideas. La fuerza y
valor de una idea tan profunda que es capaz de corromper hasta el tuétano de
nuestros huesos. “Primero las Ideas, después los cañones” recuerdo haber
escuchado esa frase en mi clase de Historia y es ahora donde toma más
importancia, pues si bien la historia nos cuenta de las grandes revoluciones,
la idea es la concatenación de sus actos. Si bien los gobiernos revolucionarios
transformaron la sociedad guatemalteca en muchos sentidos, fue la IDEA la que
los transformo a ellos en primera instancia, una idea que tomó, transformó y
modificó la visión de la Guatemala de entonces.
Seamos
capaces de transformar hoy a Guatemala en base a una idea, una revolución de la
conciencia, entendiendo por fin que la Guatemala que hoy conocemos puede ser
diferente, modificar la sociedad
actual no es tarea fácil, pero si partimos de la premisa que lo único que
necesitamos es una idea ya empezamos el camino.
He
llegado al final de mi travesía por el centro histórico en bicicleta, Paro
justo frente al Palacio Nacional y digo en voz alta
-Este 20 de octubre tengamos una idea.-
Un cambio social real nunca ha sido llevado a cabo sin una revolución….
Revolución no es sino el pensamiento llevado a la acción.
Emma Goldman
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