Los Globos Azules

Al leer una actividad que se dio en un seminario de felicidad decidí implementar esas ideas en el salón de clases, me he encontrado que motivar a niños de diversificado muchas veces es extremadamente difícil, por lo mismo los involucre en una dinámica que buscaba formar su carácter, este es un mundo de batallas pensé, así que les di un globo azul a cada uno y les coloque su nombre, les pedí que colocarán su globo al frente de la clase y que salieran del salón, 25 alumnos  yacían fuera del salón inquietos y ruidosos así que levante mi voz y les pedí que en menos de 3 segundos a mi orden corriera cada uno a tomar un globo dentro del salón lo más rápido posible, sin importar el nombre y se ubicaran en sus lugares con el globo en alto.

Entonces procedí,  conté hasta tres, uno, dos y  cuando estaba a punto de decir en numero tres, los alumnos ya se habían abalanzado sobre la pequeña puerta de madera del salón, se empujaban unos con otros por ser el primero en tomar el globo.

Pasaron 5 segundos cuando me percate que mi salón, estaba repleto de alumnos quejándose por los empujones, cansados, pero que cada uno poseía un globo y lo tenía en alto, perfectamente sentados en su lugar, reían y comentaban lo difícil que había sido el proceso de atrapar un globo. 
Así que después de escucharlos les dije: -Lean el nombre que cada globo posee y acérquense a esa persona, su trabajo es darle un fuerte abrazo, desearle feliz día y devolverle el globo-.

Mientras veía como todos se abrazaban, me sacudió un sentimiento de calidez, pensé para mi  -¡Algo estoy logrando!- entonces les explique que cada globo simbolizaba la felicidad y que muchas veces en la vida nos íbamos a topar que en busca de nuestra felicidad muchas personas se iban a interponer puesto que ellos buscaban la propia, por lo tanto muchas veces hay que aprender que nuestra felicidad se encuentra en las manos de otras personas, y por consecuente la felicidad de muchos se encuentra en nuestras manos, por lo tanto siempre es importante ver quien necesita nuestra ayuda, porque alguna día nos enteraremos que la felicidad de otros se encuentra en nuestras manos y nos preguntaremos si estamos dispuestos a dar ese abrazo.

Para finalizar les dije: -Por el día de hoy, ese globo simbolizara su felicidad así que lo guardaran y cuidaran de el por el resto del día-.
Me encanto ver a mis alumnos paseándose por los pasillos de la institución con el globo azul, algunos lo amarraron a sus bolsones, otros más cuidadosos los llevaban en la mano, las niñas los decoraron, pero todos cuidaron de él, muchas veces se toparon con dificultades, cuando los otros intentaban reventárselos,  algunos maestros les prohibían la entrada al salón con globos debido a la formalidad de la clase, estos se veían obligados a reventarlos o guardarlos en otro lugar.

En el transcurso del día me deleite viendo su lucha constante por cuidar su felicidad, pero una situación llamo mi atención, mientras un alumno realizaba un examen coloco su globo azul en su brazo izquierdo, el examen era de matemáticas por lo tanto en su afán de encontrarle solución a tantos números, olvido que su felicidad estaba en su brazo izquierdo, así lentamente el viento de la ventana lo empujo fuera del salón, una niña al percatarse de que la felicidad de su compañero salía por la puerta le grito: -¡tu felicidad se escapa!- Entonces él se levantó preocupado  y me dijo ansioso


 -¡Miss, puedo perseguir mi felicidad!-

En ese momento mi mente y mi corazón cayeron desplomados  y le dije con un nudo en la garganta: 


-Persígala, no la deje ir.-


Pensé, ¿Cuantas veces le hemos pedido a alguien que nos permita perseguir la felicidad?



¿Cuántas veces hemos estado pendientes de que en nuestra vida diaria la felicidad sea constante y hemos tratado de preservarla intacta durante el transcurso de los días?
Es un día bueno cuando un alumno aprende de un maestro, pero es un día glorioso cuando un maestro aprende de su alumno, esta situación me lleno de alegría y emoción, pues finalmente me convertí en ellos, consciente de que debía cuidar mi felicidad como ese globo azul.


 presurosa a mi destino me sentí con esperanza ellos me enseñaron que la razón de mi día, debía ser feliz.


Mortalidad de la Conciencia

Ella se vestía rápidamente mientras el dormía, justo antes de verlo siempre se resistía ante la idea de caer entre sus brazos y justo después de verlo caía irremediablemente entre sus labios.
Aunque en el destino es ingeniosa a la hora de unir dos vidas, estos dos se habían conocido de una manera muy casual, Él la quería conocer, toda su vida busco alguien como ella, el día que se encontraron cara a cara no se resintió, una segmentación de palabras se desarrollaron de su lengua, él sabía que ella entendería, ella sabía que él había esperado toda su vida para hablar.
Ella escucho detenidamente, el hablo
El sabia de la existencia de ella, por la noches la soñaba y en las madrugadas su rostro traía la mañana, no sabía su nombre pero la sabia a ella, las demás personas hablaban de ella como si fuera otra, pero él sabía que era la misma con la que había agonizado su existencia. Cuando pudo conocerla sintió que de nuevo recuperaba su intención sintáctica, morfológica, adyacente, sustancial, su filosofía innata, su conocimiento adquirido, sus poemas de memoria, los prólogos dudosos, las obras de arte roba almas, sintió que toda aquella formación intelectual que había adquirido toda su vida finalmente se podía desbordar en un abismo de razonamientos fundamentados y que de pronto ella, ella iba a presentar un argumentos en su contra, que ella iba a refutar su idea.
EL era la tesis, ella la antítesis y el amor era la síntesis
Las palabras se comieron la tarde, y ellos no se dieron cuenta cuando la vida les paso por encima,  el intento poner la situación romántica, ella intento seducir al seducido, las palabras tuvieron una metamorfosis material se convirtieron en un aroma irresistible que perfumo la habitación, estaban inmersos en un éxtasis de voz.
Se entendían tan bien que se empezaron a leer la mente, ya ni las indirectas seductoras fueron necesarias para que el colocara su mano en su rodilla, ni el sonrojo de mejías se asomó para que ella se dejara.
Esa noche con su razonamiento lógico y su creatividad literaria
Juntos hicieron poesía.
Esa mañana cuando se vieron a los ojos, habían perdido su poder, ella había agotado todo sus poemas, él había deshidratado todos sus argumentos, se convirtieron en mortales.
Sabían lo mismo que todos, el resto del mundo los veía con intriga, pues de esa imagen retorica que es el amor de lo que ella tanto había escrito y de lo que el tanto había soñado eran unos tristes IGNORANTES
El amor lo humanizo
No sabían
No entendían
No aprendían
Pronto se encontraron repulsivos, ni todos los libros del mundo podía hacer que entendieran ese extraño sentimiento de efusividad, caminaban en campos minados donde cada sentimiento los retaba a una muerte de ignorancia.
La mañana entonces se nublo así como su conciencia, pues la necesidad de saber era más profundo que el sentimiento de querer y antes de tomarse de la mano de nuevo, ella entendió que poseía una necesidad de enseñar y que él ya lo sabía todo.
Entonces al saber que al final de sus vidas no había nada nuevo se sintió libre para hacer todo.
El necesitaba a alguien a quien enamorar con sus versos, necesitaba un rostro que se sonrojara con palabras, alguien que lo pudiera admirar y que por dentro se preguntaba  como sabrá tanto.
Esa mañana los dos entendieron que su mente hacia una infusión mortal, pues conociendo todo les quedaba muy poco por descubrir, salieron al mundo en busca de otros que no supieran nada.
El encontró a una joven pendenciera de la ilusión, creía cada palabra y dudaba nada, perfecta para él, cuando él hablaba ella no entendía y lo callaba con un beso, por las noches mientras el escribía ella se colocaba en su hombro y a falta de comprensión de sus textos comenzaba a besar su cuello.
Ella en cambio encontró a un hombre de mayor edad que dudaba de su conocimiento, entonces ella podía sorprenderlo de vez en cuando, cuando ella iniciaba un argumento el accedía ante su reproche y le tomaba la mano, cuando él hablaba de negocios ella recitaba una breve frase de sus libros que provocaba que el bien vestido y acaudalado hombre la besara en la mejía.
Pero de vez en cuando, guardaban frases, libros, dudas para encontrarse ilícitamente en una habitación perfumada de palabras irresistibles  y acribillarse con preguntas y someterse a respuestas, como los dos poseían amores formales al principio iniciaron una conversación formal, pero cuando las palabras empezaban a volar junto con los poemas, versos y la conversación se tornaba acalorada su formalidad fue perdiendo la vergüenza, hasta quedarse desnuda delante de ellos, pero ya no esperaban que amaneciera, cada uno regresaba antes de convertirse en mortal aquellos que los  convertían en dioses.
Pero la culpa perseguía su conciencia, pues para ella el amor solo poseía una cara y para èl el amor solo poseía un cuerpo.
Entonces ella se preparó para despedirse, y le escribió una oración que lo haría sobrevivir lo que le quedaba de vida.
El al despertar vio que ella ya no estaba, pero encontró un papel del lado de su cama, lo abrió lentamente, y lo leyó en voz baja “En los sueños de Jung” el entendió que si encontraba en su subconsciente algo que lo haría dudar, seria ella recordando su poesía.
Se vistió y respiro por última vez el aroma de las palabras

Y regreso a su vida, sin ella.