El otro día
leí esto
“Gracias a
los soldados y no a los poetas podemos hablar en público”
y solo pude
recordar este pequeño poema...
Tantos siglos contra un solo minuto,
Tanto cuchillo para cortar una flor,
Tanta bala para acribillar una bandera,
Tanto fuego para quemar un libro,
Tanto zapato para aplastar un rocío,
Tanto ruido para acallar una voz,
Tantos cazadores para cazar un solo venado,
Tanto cobarde contra un solo valiente,
Tanto soldado para fusilar a un niño.
Este fue un
poema dedicado a Oliverio Castañeda, por Luis de Lión, ¿Pregunten me por ellos
ahora? ¿Donde están? La poesía señores, se ha utilizado como una
denuncia camuflashada, como un grito sin voz, como una queja al dolor.
Ahora los
exmilitares están siendo juzgados, pero disfrutaron a sus hijos, a sus nietos,
a sus esposas y a los poetas se les trunco la vida, se les negó la existencia
se les cayo la voz.
Por lo que atribuyo,
antes de ejercer un comentario como este, no solo hay que entender la poesía,
si no reconocer que por siglos ha sido una denuncia social.
pregúntenle
a Benedetti, César Vallejo, Pablo Neruda. Los soldados pueden ser la fuerza, pero la poesía
es la razón y si tenemos que ser criminalmente honestos, los soldados en
Guatemala no son un símbolo de libertad. En la democracia con la libertad de expresión,
escucharemos toda clase de crítica y protesta social, pero es importante
conocer, estudiar, escuchar e indagar antes de emitir un juicio.
En el campo
de batalla, primero las balas, después los cañones.
Huntington
Solo los poemas pueden guardar tanta historia en tan pocas palabras.
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